viernes, 21 de octubre de 2011

Transformar una mesita en una balda

Adoro Ikea, no lo puedo evitar... Tiene soluciones para todo y los precios son muy asequibles ¿qué más se puede pedir?

Esta transformación la hice hace más de 4 años, estando embarazada de Oihan. Y es que estaba montando su habitación (qué emoción da montar el cuarto de los hijos) cuando me dí cuenta de que toda buena madre tiene que leer un cuento a su hijo antes de dormir, pero... ¿dónde dejar los cuentos? No tenía ni una triste balda, y como los muebles que había comprado eran de un color de madera muy concreto no me valía cualquier cosa.

Y entonces mirando en la web de Ikea (o quizás en el catálogo, no lo recuerdo) apareció la mesa de salón LEKSVIK.


Dada la vuelta era la perfecta balda que encajaba al 100% en la pared que tenía libre, así que me acerqué a Ikea, la compré y una vez llegué a casa me puse manos a la obra con la transformación (que ahora vereis que fue muy sencilla)

Lo primero fue montar la mesa siguiendo las instrucciones, cosa fácil porque las instrucciones de Ikea son siempre muy claras.


Casi no había que hacerle nada... ¿Veis ese travesaño horizontal que une ambas patas por el centro de mesa? Lo único necesario era moverlo y dejarlo pegadito al final de la balda, junto a las patas.

Para ello lo primero que hice fue fijar el travesaño en su nueva ubicación con unas escuadras.


Esta fijación por sí misma no soportaría el peso de la balda ni mucho menos el de los libros, así que había que reforzarla con tirafondos (bien largos para que pasaran el ancho del travesaño y se metieran un buen pedazo dentro de la madera de la mesa). Se marcan los sitios donde irán los tirafondos, y con el taladro y una broca de diámetro menor que el del tirafondo que vamos a utilizar se hacen unos agujeros guía para facilitar el tirafondeo.


Una vez hecho esto se ponen los tirafondos. La cabeza queda bien embutida dentro de la madera si se hace un poquito de fuerza al final (y de esta manera no es necesario avellanar)



Y ya está hecho!


Ahora nos faltaba encontrar la manera de fijar la balda (que ya no mesa) a la pared. Aproveché los propios agujeros que traía la pieza para meterle unas hembrillas.



Y de ahí a la pared!!! Diríais que es una mesa? Yo creo que da el pego como balda perfectamente y no os imaginais el uso que le doy!!!



4 comentarios:

  1. Jajaja qué graciosa!!
    Por qué no le mandas estas cosas a la de Piratas de Ikea??
    Como dicen en mi tierra... lo mismo vales pa un roto que pa un descosío! jajaja

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  2. Yo tengo la misma mesa (la uso como mesa de tv en el salón) y el tablero sobresale un poco, ¿lo rebajaste o lo dejaste con un poco de separación de la pared?

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  3. Shakti, no le rebajé nada porque al ponerle el travesaño atrás más o menos hace que salga lo mismo que el sobre de la mesa (que ahora es la base de la balda) . Sí que es cierto que quedan los laterales un poco separados de la pared, pero no es demasiada la separación

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