Cuando empezaron los peques sus "clases" en septiembre, aparte de las bolsas para la ropa de cambio nos pidieron que les lleváramos unos cojines para usar cuando se van a sentar en el suelo. La verdad es que cuando tienes que comprar cosas para el cole para 1 hijo miras el precio, pero cuando tienes que comprar para 2 puedo aseguraros que miras el precio mucho más... y la verdad, no me apetecía gastarme un dineral en un par de cojines.
Así que (como siempre, jejeje) me fui a San Ikea y compré un par de cojines pequeñitos (modelo Irma, 0,99 €/ud) de 35 x 35 cm (más que suficientes para sus culitos chiquititos)
Con unas telas de algodón (también de San Ikea, cómo no) les hice una funda cortando un par de rectángulos de aproximadamente 38 x 72 cm. Se doblan por la mitad y se cosen los 2 laterales. Se les da la vuelta, se mete el cojín y se cierra el lado que queda; yo no me esforcé en hacer ningún tipo de costura oculta porque era para lo que era y no me merecía la pena invertir tiempo en eso, así que pasé un pespunte para cerrar y listo.
Alegres, ¿no?
Aproveché a ponerles una cola de ratón para hacerles un "asa" y que pudieran colgarse de algún perchero en caso de necesidad. Además les hice unas etiquetas con la dymo, para que las andereños identificaran los cojines de los gemelos de los del resto (aunque creo que nadie habrá llevado unos cojines tan alegres como estos)
Aquí podeis ver el pespunte que cierra el cojín: como veis está a la vista, pero lo cierto es que queda bastante disimulado.
¡¡¡Y esto es todo!!!
Yo sí que he hecho alguna vez fundas de cojín, pero para mí es mejor ponerles en el lado que cierra una cremallera, así puedo quitarlas y lavarlas cuando sea necesario. Es un poco más rollo, pero es muy práctico.
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